GONZALO BENÍTEZ GÓMEZ:
Estimados amigos, hoy 5 de septiembre de este año en curso se cumplen 18 años del fallecimiento de uno de los grandes íconos que ha nuestro pentagrama nacional, que supo alternar su vida artística en la interpretación de la música nacional con la docencia.
Permítanme hacer esta vez una semblanza también merecida a otro represente de la cultura musical del país, me refiero al señor Gonzalo Benítez Gómez (1915-2005), que junto a nuestro inolvidable Luis Alberto “Potolo” Valencia formó el famoso dúo Benítez-Valencia.
Considero que su nombre no puede quedar en el olvido, por cuanto nos dejó para la posteridad una serie de grabaciones que evidencian su paso importante en la Historia Musical del Ecuador.
Carlos Gonzalo Benítez Gómez (su nombre completo), nació en la folklórica ciudad de Otavalo, un 14 de enero de 1915. Sus padres fueron don Ulpiano Benítez Endara (Músico y compositor de yaravíes) del cual heredó su “vena artística” y su madre doña Mercedes Gómez Endara.
Sus estudios primarios los realizó en la Escuela “10 de Agosto” de Otavalo y los secundarios en el antiguo y prestigioso Colegio Normal Juan Montalvo”, cuando este funcionaba en los altos de las calles Chile y El Placer.
El Normal Juan Montalvo y el Normal “Manuela Cañizares” fueron creados para la formación de maestros en Educación Primaria, obra del General Eloy Alfaro Delgado, que también fue el fundador de la Escuela Militar que honrosamente lleva su nombre.
En esa Institución educativa don Gonzalo se graduó con el título de “Preceptor Normalista” en el año de 1936. Su labor como docente la ejerció por muy poco tiempo en su ciudad natal, Otavalo, para luego trasladarse a la Capital del República, la ciudad de Quito y desempeñarse como profesor de dibujo en el Normal “Juan Montalvo”, del cual se jubiló en 1973.
Siendo estudiante de colegio, formó parte de una estudiantina en la que interpretaba la flauta.
La dirección de esta estudiantina estaba formada por los profesores Gonzalo Abad Grijalva, Eduardo Rodríguez García, Garibaldi Toscano y Armando Guevara Wolf y otros que más tarde llegaron a formar parte de la misma, ente ellos los maestros Raúl Arias García, Jorge Utreras Hidalgo, Ricardo Sarsosa y otros. Este último llegó a ser Rector del colegio en la década de los 70.
En este grupo musical debemos destacar la presencia artística del doctor y máster Juan Pablo Muñoz Sáenz, de quien Gonzalo recibió sabias lecciones del arte musical.
A la par que, estudiada en la secundaria, se destacó como un buen futbolista, a tal punto de ser solicitado por la Liga Deportiva Universitaria (LDU) para formar parte de sus filas y así lo hizo.
Su figura espigada se la veía jugar en el inolvidable Estadio de “El Arbolito”, que ya no existe, de él solamente quedan fotografías antiguas.
Lamentablemente en uno de esos encuentros de fútbol resultó “fauliado” y fracturado de una de sus piernas, situación que le obligó a retirase del fútbol, pero siempre llevó en su alma la admiración por este deporte y ser “hincha a muerte” de la Liga Deportiva Universitaria.
Lesión que en febrero del año de 1949 se reavivó cuando desesperado por salvar su vida del incendio del que era víctima Radio Quito, por una radionovela inspirada en la obra de ciencia ficción de Orson H.G.Wells, “La guerra de los mundos” que causó psicosis general en Quito, tuvo que salir por el techo claraboya de uno de los pisos altos del diario “El Comercio” donde también funcionaba la radio. Saltando techos de teja y carrizo, lastimándose seriamente sus piernas logró escapar de la muerte. De ahí el “mote” o el apodo que se ganó de “Patojo Benítez”.
En su paso por las aulas del Normal Juan Montalvo, y cuando cursaba el segundo año, tuvo la oportunidad de conocer al gran Luis Alberto Valencia, allá por el año de 1932. En un mes de febrero de ese año, con motivo de las fiestas de carnaval, los internos del colegio organizaron una hora social y pidieron a Gonzalo y a Luis Alberto que por ese entontes ya eran conocidos como cantantes aficionados, a juntar sus voces para deleitarlos con canciones.
Sin tiempo para ensayo alguno, interpretaron dos piezas musicales, el tango “Orquídeas a la luz de la luna”, música de Vincent Youmans / Kahn, letra de Loges / Eliscu y el pasillo “Ojos tentadores” del célebre compositor Carlos Brito Benavides. Recibieron el plauso de profesores y estudiantes que fueron el público presente en ese evento, y a partir de entonces eran invitados a intervenir en las veladas y horas sociales de los estudiantes.
Llegamos al año de 1939, por cierto, muy importante para la historia de nuestra música, pues en ese año Gonzalo integró el Conjunto “Alma Nativa”, dirigido por el compositor otavaleño Guillermo Garzón Ubidia, creador de importantes pasillos como “Honda pena”, “En la ventana del olvido”, del sanjuanito “Pobre corazón” y del albazo “Compadre péguese un trago”.
También integraron este conjunto el famoso guitarrista Bolívar “Pollo” Ortiz, Carlos Carrillo y Gonzalo de Veintemilla.
En ese mismo año formó con Bolívar Ortiz el Dúo Benítez-Ortiz, con quien grabó entre 33 a 36 piezas musicales de corte “telúrico”.
Un año después deja de formar parte de este dúo y el 18 de octubre de 1940 en forma profesional, forma con el “Potolo” Valencia el inolvidable dúo Benítez-Valencia, teniendo como escenario Radio Quito, “La voz de la Capital” que había sido inaugurada en agosto de ese mismo año.
En ese medio de comunicación Gonzalo con Luis Alberto difundieron la música nacional en casi todos sus ritmos a través de un programa de gran sintonía en todos los hogares de aquella época: “CANCIONES DEL ALMA”, bautizado así por el locutor Gabriel Vergara Jiménez y que en forma religiosa los días lunes, miércoles y viernes, a las 21h30 se los trasmitía para deleite de todos los quiteños y ecuatorianos en general.
Este programa de música nacional también se lo hizo en otras radiodifusoras como Radio Nacional Espejo, La Voz de la Democracia, Radio Nacional del Ecuador, Radio de la Casa de la Cultura Ecuatoriana·, Radio Cordillera y HCJB. “La Voz de los Andes”.
Don Gonzalo alternó en la década de los 50 con la “Novia del bolero”, Azucena Durán, formando el dúo Durán-Benítez. Existen grabaciones de este dúo para el sello discográfico “Nacional” y acompañados por la Orquesta Nacional. Con el tiempo esas grabaciones pasaron a formar parte del Sello “Caife”.
Varios son los sellos discográficos donde el dúo Benítez-Valencia plasmó sus voces: “Ecuador”, “RCA Víctor”, “Rondador”, “Granja”, “Nacional”, “Caife”, “Ortiz”, “Onix”, “Fiesta”, “Fadisa”, “Cordillera”, «Cook Records», entre otros.
Cabe destacar que el dúo Benítez-Valencia contó para sus grabaciones y presentaciones artísticas con el marco musical de la Orquesta Austral de Cuenca, La Orquesta Andina, “Los Nativos Andinos”, el conjunto del maestro Marco Tulio Hidrobo, Bolívar “Pollo” Oritz, Segundo Guaña, Los Latinos del Ande, el conjunto del maestro Segundo Jiménez Zambrano, Rosalino Quintero, la Orquesta Sinfónica Nacional, entre otros.
De todos, cabe mencionar en forma especial a Bolívar el “Pollito” Ortiz, que durante 28 años se convirtió en el compañero de fórmula de este dúo. En 1968, por razones familiares Bolívar Ortiz tuvo que abandonar al dúo y alejarse del Ecuador hacia New York, Estados Unidos, donde falleció en 1974. Sus restos descansan en el cementerio “Mariano Rodríguez” de El Batán.
Gonzalo Benítez con Luis Alberto Valencia y Bolívar Ortiz, fue uno de los protagonistas de la “Serenata quiteña”, que tuvo su origen en 1959 y su apoteosis el 5 de diciembre de 1961 en el atrio de La Catedral Metropolitana, en la Plaza Grande.
Con Nelson Dueñas, Segundo Bautista, Guillermo Rodríguez, es decir con el Conjunto “Cuerdas y Fantasía”, participó en un corto musical de la película a colores “En la Mitad el Mundo” de 1964, interpretando a dúo con Luis Alberto el danzante “Vasija de barro”.
La Sociedad Deportiva Crack, Institución formada en 1936, también fue el escenario de sus canciones. Muchas y maravillosas veladas fueron amenizadas por él y Luis Alberto Valencia.
Su arte con Luis Alberto Valencia y Bolívar Ortiz lo paseó por Estados Unidos, Alemania, España y Colombia.
Y llegó el aciago año de 1970, el 24 de octubre de ese año dejó de existir Luis Alberto Valencia, que para mi opinión personal fue y es y será uno de los grandes intérpretes de la canción nacional. Su “vacío” no ha podido ser llenado hasta hoy por ningún intérprete contemporáneo.
Para don Gonzalo, la muerte de Luis Alberto fue un duro golpe, que lo supo superar meses más tarde cuando como solista volvió hacer lo suyo, esto es cantar la música nacional con el alma.
Siguió cantando las “Canciones del Alma” en Radio Quito, esta vez con el acompañamiento de las guitarras de Segundo Guaña y Segundo Dueñas. Hizo su retiro definitivo de ese programa en 1973.
Sus primeras grabaciones como solista los hizo para un sello discográfico creado por él mismo. “Producciones Gonzalo Benítez Gómez” (EGB).
En 1971 y como homenaje a su compañero desaparecido Luis Alberto, grabó un Long Play, con el nombre de “Canciones del Alma”, que más tarde le siguieron cinco álbumes de Long Play, con ese mismo título, bajo la dirección del maestro Segundo Jiménez Zambrano.
Permítanme hacer un paréntesis para indicarles que quien escribe estas líneas, José Bolívar Cevallos Black, un servidor de ustedes, fue alumno del Maestro Segundo Jiménez en el Colegio y Normal Juan Montalvo, Institución donde don Segundo dictaba las clases de Educación Musical. Se trataba de un profesor imponente, de estatura alta, serio, pero muy caballero y cordial. Como pueden darse cuenta, también soy un “Montalvino de corazón”.
También como solista don Gonzalo hizo grabaciones para el sello “Onix”, con el acompañamiento musical de los maestros Naldo Campos y Segundo Bautista.
El maestro de la guitarra, don Segundo Guaña (fallecido en el año 2017), a partir de la ausencia de Bolívar Ortiz, se convirtió también en el compañero indispensable para muchas de las grabaciones y presentaciones artísticas de don Gonzalo Benítez.
Don Gonzalo no solo se destacó como músico, sino también como compositor, siendo sus principales obras el pasillo “Soledad” que fue creado por él en homenaje a su compañero fallecido Luis Alberto Valencia, los pasillos “Destino de amor”, “La pobreza”, “Tu imagen”, el aire típico “Chola linda” que fue creado y dedicado para su hija Margarita, el aire típico “Ensueño”, el pasacalle “Calles quiteñas”, los albazos “La rueda de la fortuna”, “El amor en tus ojos”, la tonada “Dicha”, entre otros. Conjuntamente con Luis Alberto Valencia compuso la música del danzante “Vasija de barro”, cuya letra corresponde a los poetas Alejandro Carrión, Jorge Enrique Adoum, Hugo Alemán y al pintor Jaime Valencia, segundo emblema musical de nuestro país.
En su vida familiar don Gonzalo hizo dúo con su hermana Mercedes, especialmente en las fiestas patronales del Colegio Otavalo y también lo hacía con su hija Margarita.
Su carrera artística de más de 50 años la alternó con la docencia, actividad profesional que los dedicó a la formación de juventudes en la asignatura de Dibujo, primero donde las “chivitas” del Colegio “24 de Mayo”, en el Normal “Juan Montalvo”, en el colegio “Abraham Lincoln”, Colegio de “Las Américas” y por último en el colegio particular “Brasil”.
Sus exalumnos siempre destacaron en él su puntualidad, su exigencia y la sobriedad en la manera de vestir, siempre “bien peinado”, bien presentado y a decir de muchos de ellos, nunca repetía los ternos para cada día.
Varios fueron los premios, condecoraciones y acuerdos que merecidamente recibió en vida, una de ellas fue haber logrado el “Doctorado Honoris Causa” concedido por la Universidad Andina, distinción que la recibió de manos de su director, el prestigioso historiador Dr. Enrique Ayala Mora.
Ya en su edad provecta, sus últimos años los dedicó a su casa, a recibir visitas de familiares, amigos, periodistas, a recibir algún homenaje, a concurrir a entrevistas o a invitaciones particulares.
Tuve la suerte de ser su amigo a partir del año 1992, con él compartí muchos momentos de música, alegría, penas y nostalgias. Intercambiábamos música, fotos y recuerdos.
Su salud se fue quebrantando con el paso de los años. Los últimos 5 meses de su vida estuvo en la “Clínica de Unidad Familiar” de Quito, donde falleció en la madrugada del lunes 5 de septiembre del 2005, a la edad de 90 años.
Sus restos mortales fueron velados en la Casa de la Cultura Ecuatoriana y en el Salón de la Ciudad de Quito, para luego ser sepultado en el cementerio de la Iglesia Neogótica de la Basílica del “Voto Nacional”. Ahí sus restos permanecieron 15 años, hasta que su hija Margarita Benítez procedió en el año 2020 a exhumarlos y trasladar sus restos al Cementerio Parques del Recuerdo (primera etapa), donde descansa en el mismo espacio donde se encuentra su esposa Inesita Calisto, “Juntos hasta la eternidad”.
Paz en la tumba del que en vida fue don Gonzalo Benítez Gómez que, en unión con Luis Alberto “Potolo” Valencia, formó el primer dúo nacional del Ecuador de este y todos los tiempos: BENÍTEZ-VALENCIA. Gracias por su atención. será uno de los grandes intérpretes de la canción nacional. Su “vacío” no ha podido ser llenado hasta hoy por ningún intérprete contemporáneo.
Gracias por su atención.
Jose Cevallos Black
Cortesia del Autor:
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